Hay unas cuantas películas que tienen una facilidad pasmosa de atraparme y que consiguen que las vea una y otra vez cuando las emiten por televisión. Es ver alguna escena de El Golpe (The Sting) y ya me viene a la mente la frase «Blue Note, cuarta carrera de Narragansett». Ese maravilloso montaje con el que consiguen convencer a Doyle Lonnegan sobre el funcionamiento de la casa de apuestas.
Y es que El Golpe es una verdadera obra maestra. Estar enganchado viendo cómo Henry Gondorff y Johnny Hooker, junto con toda la banda, montan la historia para poder estafar a Doyle Lonnegan es de lo más entretenido.
Quién no ha querido poder montar su propia banda, para armar alguna «fechoría» y que saliese tan perfecto como en El Golpe. Quién no ha imaginado cruzarse con un amigo compinche en una cafetería y acariciarse la nariz en muestra de total complicidad. Como no tararear su pegadiza melodía una y otra vez, siguiendo el ritmo de las notas del piano. Raro sería que estuvieses leyendo ya por aquí y no hubiesen sonado en tu cabeza.
Intensa hasta el final, que te hace vivir tenso como un puño deseando que no sea verdad el que Johnny Hooker vaya a vender a Henry Gondorff al FBI o si él va a caer asesinado en las manos de Loretta Salino. Pero que acaba con esa felicidad reflejada en las sonrisas de la banda tras salir todo bien.
Una de las dos películas que juntó a Paul Newman y Robert Redford (la otra es Dos Hombres y un Destino). ¿Quién decía que no pueden brillar dos «guapos» en una misma película?. Una película que nos dejó una y mil escenas a recordar y a la que a mí me dejo para siempre su «Blue Note, cuarta carrera de Narragansett».
¿Qué escena es tu preferida de El Golpe? Cuéntanoslo en los comentarios.