Tengo últimamente la sensación de que el tiempo pasa demasiado rápido… quizás más rápido de lo que a mí me gustaría. En un abrir y cerrar de ojos estamos en un nuevo año.

El hecho de bregar con dos niños pequeños, además de consumir energía y no dejarte tiempo libre, hace que uno no sea muy consciente de la noción del tiempo. Los días se parecen demasiado y entras en una rutina que acelera la sensación de ese paso rápido del tiempo.

Posiblemente venga de no tener momentos de reflexión y contemplación. Esos que nos hacen más conscientes del momento en el que vivimos y que ponen la pausa necesaria del transcurrir diario.

Desde el 2019 que no me paraba a pensar en el año que acababa de terminar. Y es que estos tres años han sido muy intensos. No solo por el hecho de la pandemia del COVID que ya los ha trastocado en demasía, si no por el hecho de haber cambiado la estructura familiar con la llegada de Luis y Curro. Y, por consiguiente, todo lo que en tu día a día implica.

Y este momento de reflexión es el que me permite ver más allá de ese día a día y de la riqueza de las personas que te rodean y de los hechos que te suceden.

Así que hablemos de este 2022… Está claro que el evento más importante ha sido la boda. Pudimos, después de estos años, juntarnos con todos los amigos y familiares en un fin de semana fantástico. Tantos y tantos momentos e imágenes que a Marta y a mí se nos quedarán grabados para siempre. No sabéis lo felices que nos hicisteis todos por acompañarnos en este momento. Os lo agradeceremos eternamente.

Con la boda no podía dejar de suceder la despedida y el poder juntarme nuevamente con mis amigos, aunque ya lo habíamos celebrado online. Los Indecisos saben que son de lo mejor que a uno le puede pasar en la vida. Como siempre acabamos dándolo todo. Espero que podamos repetir estas quedadas nuevamente en este 2023.

Aunque el evento principal fue la boda, hemos conseguido viajar algo este año. El tener una boda en Málaga o veranear en el Campello nos permitió ir viendo a parte de la familia, así como disfrutar de numerosos viajes en tren, península arriba, península abajo.

Además hemos realizado el «primer viaje» en familia. Ya que, hasta ahora, los destinos eran más o menos controlados. El sur de Francia por la Occitania ha puesto a prueba nuestra capacidad de viajar con niños e improvisar. La verdad que el resultado ha sido positivo y tendremos que seguir realizando viajes.

Los niños priorizan nuestras actividades, así que hemos aprendido a disfrutar de la playa, ya sea en Castelldefels, Sitges o Altafuya, o de la piscina, más si es una piscina con juguetes. Lugares donde Luis disfruta hasta más no poder. El acercarnos a L’Auditori a ver funciones para la familia es otra de nuestras actividades. A Luis le encanta todo lo que son las artes escénicas y te mueres de risa como canta canciones de todo tipo, ya sean Los Payasos de la tele, Rigoberta Bandini con su Ay Mama o a Carolina Durante y su Cayetano. Disfrutar de los Correfoc en las fiestas de Les Corts también se suman a nuestras actividades con ellos.

Disfrutar de la baja por paternidad con Curro es de los mejores momentos que me ha regalado este año 2022. Ver como se empieza a desenvolver sus primeros meses de vida, como te abraza, como se duerme encima mío o cómo se queda mirándome, es algo extraordinario.

Pero no todo son los niños. Marta y yo hemos conseguido seguir disfrutando de los conciertos y hemos podido ver a Lory Meyers, Angel Stanich y Carolina Durante. Algo que siempre permite desfogar, desconectar mentalmente y recargar pilas a base de cantar las canciones.

Yo he vuelto a viajar por cuestiones de trabajo, he vuelto a ir a Congresos, dpnde me he podido reencontrar a los viejos amigos y hacer nuevos. Y dar charlas, eso que tanto me gusta y me llena.

Además mi Betis me ha regalado este año esa maravillosa Copa del Rey, a parte de unas cuantas decenas de partidos geniales de la mano del ingeniero Pellegrini.

Es verdad que el final de año se nos ha torcido un poquito con esto de las bronquitis y los hospitales que nos han hecho el no poder disfrutar de las fiestas con todos los nuestros y pasar fechas señaladas hospitalizados. Pero eso es solo una pequeña parada para poder volver a coger mucho impulso para el nuevo año.

Pues sí, visto en perspectiva, cierto es que muchas cosas han sucedido y muchísimas mejor nos aguardan en este nuevo año. Aunque ahora, Ay mamá… se nos fue el 2022.

¡Felices fiestas y feliz año a todos!
¡Bones festes i feliç any a tots!

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