El ir de acompañante de una mujer, mientras esta compra, es uno de esos momentos en los que uno tiene más tiempo para pensar, para fijarse en las cosas, para dispersar su mente,…
Dicha situación la he vivido este último fin de semana. En ella he vuelto a ver al «sherpa del centro comercial», y me he mimetizado con ellos.
¿Cómo localizar a este individuo? El «sherpa del centro comercial» se caracteriza por varias cosas. En primer lugar el habitat natural donde podemos localizarle, de una forma sencilla, es la entrada de los probadores de mujeres de cualquier tienda.
Su cara le delata. Absorto en la nada. Mirada perdida. Su pensamiento echa cuentas sobre si llegará a ver o no el partido de La Sexta.
El atuendo de este individuo también es de reseña. Y no por lo que la vestimenta se refiere, más bien por la cantidad de bolsas que lo acompañan. Bolsas de diferentes tiendas se entremezclan en sus manos. Pero otro insólito elemento marca la gran diferencia. Un bolso de mujer. Este, pende de su hombro, llevándole hasta el estilismo más chic.
Si desea ver al «sherpa del centro comercial» en acción solo tiene que acercarse a una gran superficie en fin de semana. La mejor época del año, las rebajas. Época en la que el este individuo se multiplica.